7/3/11

La Puerta


Me anega una oscuridad roja. Violento el borde mismo de los ojos, los obligo al límite sin resultado alguno. La luz es un juego escurridizo, un fluido ajeno e imprevisible que me recuerda el completo vacío de recuerdos. Recordar es algo rojo, como ver mis propias cavidades, como no ver. Como estar aquí. Solo una cosa hay parecida al recuerdo, y son los cables. Pero no se decir el tiempo ni el espacio, solo es decible el mismo letargo, la misma entrega. No puedo asegurar si los cables salen o entran, pero creo que da igual. Porque estoy detenido en una suspensión redonda, eterna por lo profunda, espesa. Los cables, intuyo, son parte de mi cuerpo; una extensión lineal que quizás cruce las fronteras de esta redondez que de a poco me borra el nombre, el calendario, la lengua, la designación misma de las cosas. Ya no se cómo se llaman los cables, si son cables o venas, si la redondez es mía o ajena. Y al tiempo que todo se borra, un golpe. Cada centímetro de mi cuerpo es un cola infinita que se apaga desde la periferia, una extinción rectilínea que se propaga con cada golpe, hasta empequeñecerme. Falta poco, lo se. Es lo único que se. Que falta poco y los golpes. Los golpes son lejos y se irradian, y me llegan. La habitación, eso que llamaba habitación cuando recordaba el lenguaje, se achica. Las paredes se someten a un capricho flexible que me ajusta. Las paredes me asfixian. Es un ahogo rojo. El derrumbe es sobre mí y corta los cables. Se lleva el sopor, la flotabilidad, la paz. Las paredes me empujan en un sofoco desgarrador. Todo a mi alrededor se rompe, se deshoja. En la orilla misma de la dispersión, ya casi no respiro, y los golpes son mortales, lo se en la carne. Muero. Y ahora unas manos me compelen a la luz. Ahora es blanco, ahora es azul. Nazco.


* * *

2 comentarios:

  1. Esta muy bueno, Pame. Al comenzar a leer pensé que te estabas volcando hacia algo metafísico, y me termino sorprendiendo al ver que hablabas de algo bien material. En todo caso era algo pre-fisico, el antes de nacer... no es para debate a estas horas de la mañana. Pero queria decirte que me gustó en verdad.
    Beso

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  2. La mañana nunca es de debate, che. Gracias por tan temprana lectura. El abrazo y las gracias de siempre, para Usted.

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