21/7/10

Las Otras


Las dos amasábamos pan para la noche. Ninguna tenía experiencia, ni en el pan ni en lo otro. La casa habitada sólo por nuestro castigo sobre la masa, por el paquete de harina, yendo de mis manos a las suyas para secar la humedad entre los bollos y la mesa. No supimos hasta después que sería en vano. Sus labios rebotaban, entreabiertos, a la vez que sus pechos se dibujaban bajo la blusa. La paz se me acabó en sus pezones y me llamó a lamer por dentro el calor que me crecía bajo el ombligo. Nos mirábamos de reojo, poniendo en la espesura tibia que teníamos entre manos, la cadencia con que nos hubiéramos besado el cuerpo. Con más torpeza que disimulo hundí mis dedos en su pan, todavía crudo, con las palabras atoradas, pero la lengua presta. Supe que me aceptaba cuando los botones fueron cediendo bajo sus manos sucias. Rodeando la mesa llegué a su boca, a sus pechos desnudos, a besarle el vientre y hundir mis dedos en una tibieza, ahora viva y madura. Ella, presa del método de mi lengua, tembló y echó a andar un río mezcla de ácido y dulzor. Después, como una sombra creció sobre mí; con mi cabellera en un puño me besó con una indecencia imperturbable. Todo fue gozo y pecado y sabor. Emanamos de la piel un aroma amarillo y agudo, y abrigadas en la desnudez, aguardamos que el pan saliera del horno. Cómplices, lo saboreamos en silencio en una mesa llena de ignorantes. Nadie supo jamás que en la cocina fuimos otras. Más mujeres y más diosas. Más libres en la cocina que nos encarcela; más ella, y más yo.


(Nadie, excepto el mirón que en el estupor y el ansia, imagino, olvidó su sombrero de paja, al pie del ventanal).


* * *

8 comentarios:

  1. De a poco, lo lei rápido. Pero lo imagine en camara lenta. Que buen escenario el que regalaste... muy insitante.
    Beso Pame

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  2. Nacho querido! Yo también lo imaginé en cámara lenta. Me gusta que insite. Gracias y besos y más gracias como siempre!
    Abrazo!

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  3. "La paz se me acabó en sus pezones..." Oh sí! logrado relato erótico, Pame. Muestra pero no se termina de desnudar, es como si uno mirara desde la mirilla de la puerta como sube la adrenalina en esa mesa servida para dos. Y dan ganas de entrar al banquete, claro está. Muy lindo!

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  4. Diego! Que bueno tenerte por aquí!
    Me encanta tu percepción. Esto de que sugiera pero no muestre, de la visión velada. Ni hablar de que invite al banquete; es, sin dudas, el mejor logro!
    Gracias Diego, y no desaparezcas! Saludos!

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  5. Hola Pame,
    Me gusta la receta y lo que cocinaste.
    Me gusta que hayas atrapado lo que flotaba en el aire.
    Excelente
    Gracias

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  6. Sebastián Solís29 de julio de 2010, 0:17

    Relato erótico bien elaborado, sugiere, rodea, esconde, pero sólo muestra una parte de lo que en sí propone: el amor homosexual. Dos mujeres prisioneras de la convenciones sociales pero libres y fugitivas ante los encantos de Eros. Muy bueno, breve y con las imágenes justas para no cruzar al terreno baldío de lo pornográfico. Abrazo.

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  7. Germán! Acá la que dice gracias soy yo. Gracias por pasar, por saborear mi cocina, por tus palabras.
    Saludos porteños!

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  8. Seba! Supiste dar en el blanco, todo se trata de amor y de libertad; dos maravillas humanas que no tienen orientación sexual.
    Si cruzamos al baldío, será con todo y botas de goma, no lo dudes. Gracias como siempre, amigo de diván. Otro abrazo para usted!

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