Centro Cultural de la Cooperación
Corrientes 1543, CABA
Sábados 23hs
Por Pamela S. Terlizzi Prina
Las muertes, de Fabiana Rey, viene a
demostrarnos que no está perdida la batalla de la poesía. En una actualidad
donde parece que ya no hay sitio para la espesura y la densidad de Olga Orozco,
Las muertes no sólo instala su poética, sino que encuentra grandes aciertos escénicos
dignos de mención.
En primer lugar, no será imprescindible ser un
espectador avezado en la obra de la Orozco. Y esto se logra, particularmente,
en la honestidad de la puesta. Rey no ha buscado formular un sentido narrativo,
explicarnos la historia de los personajes, hilar los versos forzando un
argumento que no existe. Toda la energía está centrada en el drama, en la
infinita belleza estética de los cuadros.
La obra es absolutamente destacable visualmente.
Los actores aguardan la ubicación de los espectadores ya instalados en el
escenario, haciendo labores mínimas que contribuyen con la construcción del
clima. Se oyen sonidos pequeños, se ven movimientos lentos, mecánicos que
provocan una densidad en la atmósfera de la sala que anticipa una obra que no
defrauda.
“Mi nombre era Andelsprutz,
infortunada hija de Akla muerta en el
cautiverio.
Treinta guirnaldas fueron en mi frente la
promesa y el llanto de mi madre.
Treinta guirnaldas fueron los treinta
aniversarios en que el conquistador velaba iluminado
[por la luz de su
espalda.”
Así comienza Fabiana Rey, en un trabajo de
voces que merece particular atención. Lo mismo ocurre con la sutil música de
fondo que acompaña alguno de los relatos. Solamente un cello se ocupa de
acentuar el tono trágico de los versos.
Andelsprutz, Carina,
Evangelina, Carlos Fiala, Lievens, Christoph Detlev Brigge, son algunos de los textos que van
tomando cuerpo en manos de la misma Fabiana Rey, Gimena Lima, Cristina Piña y
Nicolás Magnin. Mereciendo especial consideración las interpretaciones de Piña y Magnin.
Una obra impecable, intensa, de alto impacto visual, que desafía las fronteras entre poesía y teatro, que se ocupa de los detalles mínimos, cuidando el clima, la fidelidad con la obra de Olga Orozco, que nos sumerge en un estado emoción y estremecimiento constante, que provoca una pausa de cuarenta y cinco minutos en la vorágine y la liviandad. Una obra que no defrauda, que genera ganas de sentarse a escribir a poesía.
Ficha técnica:
Autor del texto: Olga Orozco
Intérpretes: Gimena Lima, Nicolás Magnin, Cristina Piña y Fabiana Rey
Música y sonorización, Cello: Olga Farías
Visuales: Santiago Giralt
Fotografía de prensa: Carmen Almarza
Asesoramiento en vestuario: Florencia Fernández Feijoó
Asistencia en dirección: Alejandro Esteban Jaimes
Concepto y dirección general: Fabiana Rey
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