2/9/10

Preludio


Ella está invadida por sus comisuras,
que son abismos donde el café se pierde,
cayendo y siendo ardor y nido.
Suda con rigor, por dentro,
hecha un animal infinito e inapelable.
Con la risa llena de almendras,
despabila unas alas frenéticas
que la salvan de las arrugas de su voz,
abismal también.
Lucha y pierde,
ya la veo esclavizada,
con la labor del tejido, esclavizada,
por su sabor,
que imagina oscuro y prolijo y verde.
Ahí están los dos,
son una enorme piel que me inunda,
me enamoran en su rito,
en su distancia perecedera.
Otro café les perfuma las palabras,
y ahora son música húmeda,
una lluvia y unos dientes
que aguardan el síncope o la borrachera,
el decoro vuelto sopor,
la inocencia magra,
y por fin la súplica, el silencio, el beso.

* * *

4 comentarios:

  1. Tan gotán. Arrabal con altura el tuyo.
    Luchar y perder... que bonito a veces perder de esta manera tan digna.

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  2. He quedado muda de palabras... que bello ha sido llegar a tu blog no se como pero estoy aca disfruando de cada una de las palabras.. bella e intensa entrada.. y lo que refieres... un lujoso blog por cierto... felicidades...

    Ledeska
    espero me aceptes de seguidora.

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  3. Ledeska!
    Lo bello es que me regales estas palabras tan hermosas.
    Más que aceptada, estás invitada a visitarme cuando quieras. Aquí te esperan mis letras, mis comas, mis silencios.
    Gracias nuevamente!

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  4. Los preludios son con tango, ¿no es así, mi querido Nacho?. No importa lo que suene de fondo, siempre hay un "chan chán" cerca del beso.
    Mis saludos, compañero González!

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