29/3/10

Crónica


Breathe on me. Sin decencia, sin decoro. Ya supe de tus días, de tu cuerpo ajado y agradecido, e impúdico y profanador. De mi cínica inocencia, de eso se trata, y me pregunto como derramamos el pecado, sin pertenecerte, viéndote jugar en otro sexo y hasta deleitándome con tu fiel placer. Rape me. ¿Qué es este río que corre entre las piernas? Será el terreno que gano en cada batalla. Y me digo, you’re just too good to be true. ¿Cuándo vas a desarmarte entre mis fauces? Fácil es que pongas el cuerpo a la gratuita mentira, donde somos dos simios admirados con las pupilas camaleónicas. Y después de la sombra del descanso todo vuelve al gris, y los flancos húmedos huyen bajo los harapos de los hombres probos. Tus canas recuperan la razón, los ojos azules abandonan la infame ceguera. Kiss me. ¿Te llevo a casa, pendeja?.
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