13/2/14

Los desechables

"¿Quién no pensó alguna vez en romperlo todo?"


Los desechables es la primer ficción de Nicolás Savignone, después de su trabajo debut, Hospital de día, de corte documental, en el que aborda con agudeza la problemática de la salud mental. Como el mismo Savignone señala, Los desechables nace de un taller de entrenamiento para actores y dramaturgos. Allí se originan los personajes de la película y su contexto. “Ensayamos un año y medio”, dice el director, y en ese proceso de maduración surgió la necesidad de fusionar el lenguaje teatral y cinematográfico, llevando este proyecto al cine.

El origen teatral de Los desechables se palpa. Una señal inequívoca es la estructura en capítulos. La película está contada a través de tres actos preliminares en los que se presenta a los personajes y sus conflictos, con un cuarto, en el que aparentemente confluirán las historias.


Lo que parecen ser los puntos en común entre las historias son, en primer lugar, la edad de los protagonistas: todos orbitan en esa brecha generacional de los treinta y pico, con sus búsquedas y frustraciones propias.

En segundo lugar, en los personajes, la seguridad parece tan absoluta como la desorientación. Y en este punto comienza a jugar la frase que acompaña al título de la película: “Una comedia crítica donde la única libertad posible parece ser la de elegir a los amos”. Sobre esto gira incesantemente la ironía y la problemática. El humor se produce llevando la desesperación al máximo. Marcos, Leo y Diego, los personajes centrales, creen comerse el mundo, han comprado la ilusión de ser libres y exitosos, de poder mofarse de la ingenuidad de otros, de haber hecho todas las reflexiones filosóficas necesarias. Sin embargo, los tres se ven inmersos en un conflicto de poder, pero un conflicto silencioso, solapado, que no revienta por los aires, sino que eleva más y más la tensión. Y allí cobra especial relevancia el título de la película, porque es desechable, en realidad, el sometido, aquel que “sólo puede elegir el amo”.


La figura del amo, en Los desechables, no tiene un rostro, sino muchos. Particularmente las mujeres, para los protagonistas, parecen ser tormentosas. Una aparece en la cama, una mañana, sin motivo aparente, casi como un fantasma. Otra da señas de noviecita celosa y obsesiva. La última es una esposa disconforme, avergonzada de su marido. Y creo que sobre estas escenas está el logro de la película: en mostrar la opresión en situaciones comunes y en un lenguaje cómodo y eficaz.


“¿Quién no pensó alguna vez en romperlo todo?”, dice uno de los personajes. Y lo dice como una ilusión de revelación, porque todas las historias confluyen cuando los personajes se presentan a trabajar y, una vez más, comienza el juego de poder. Allí, pareciera, habrá resolución. Los personajes están confinados en una oficina, interpelados, puestos al límite. Y a la vez tienen al alcance de la mano la posibilidad de salir, pero tendrán que reflexionar sobre el costo. Elegir libertad o encierro, otra vez. O más aún, considerar si existe la posibilidad de elegir.

El error será creer que se puede tener una respuesta. Porque a Savignone le interesa especialmente plantear los conflictos, es decir, exponer los nudos, mucho más que los desenlaces. Y en esa búsqueda, Los desechables es una alegoría perfecta del cazador cazado.

Los desechables fue filmada con el apoyo de Mink’a Media y la Universidad del Cine. Estrena el 13 de Febrero a las 20hs en Cine Gaumont, Espacio INCAA Km 0. Se proyectará también en Arte Cinema y Cine Cosmos (UBA).

Ficha Técnica:
Intérpretes: Maida Andreacci, Francisco Benvenuti, Miguel Bianchi, Mario Bodega, Ariel Bottor, Nacho Bassolo, Jazmín Cañete, Laila Duschatzky, Mariela Finkelstein, Sonia Martínez, Damián Salomón.
Dirección: Nicolás Savignone
Guión: Nicolás Savignone en colaboración con los intérpretes
Producción ejecutiva: Carla Secco, Nicolás Savignone
Jefe de producción: Lucas Lertora
Dirección de fotografía: Luis Andrade
Dirección de sonido: Marcos Zopi
Dirección de arte: Ornella Zampa
Música: Rafael Varela, Pablo Márquez, Ernesto Cantero (Exit Music Creative Group)

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